Belleza impactante

No paraba de mirarse en un espejo. Aquel rostro, aquel rostro que todo el mundo veía le mantenía alerta. Unos claros ojos verdes de los que brotaban varias lágrimas, que en un par de minutos podrían llegar a inundar la habitación, eran la clara imagen de un hombre que no sabía lo que era sentir la felicidad. Un celoso empedernido, un mujeriego. Volvía locas a la mayoría de las mujeres, pero aquella noche se topó con la excepción. Todo el mundo le comentaba que poseía una belleza impactante, y él terminó por creérselo. Intentó filtrear con una chica de tan solo dieciséis años. Ella le dejó claro desde el primer momento que tenía novio, que no le iba a traicionar. Se convirtió en un reto. Noche tras noche la seguía hasta su casa, hasta que, finalmente una de ellas se quedó sola. En un par de minutos consiguió forzar la cerradura y entró sigilosamente. Una luz provenía del piso de arriba y aquella chica que le había embrujado estaba allí, desnuda ante sus ojos. Lo que sucedió a continuación fue demasiado aterrador para aquella chica, muy divertido para el hombre. El hombre no para de escuchar los gritos de terror de la chica… de ver cada lágrima que derramó antes de que él terminase con su vida. El vello de su cuerpo se eriza cada vez que recuerda esa mirada de súplica, de terror. El reflejo del espejo muestra a un hombre arrepentido, solo… Muestra a un hombre que se corta las venas para así poder estar en paz con la chica, y poder decirle tan solo dos palabras: lo siento.

Dedicado a Rodrigo Jiménez Santana :)
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