Óbito

Un río de lágrimas posterior al hecho acontecido. Un beso en el que ella habría dejado la vida de ser necesario. Miles de miradas que descubrían aquel mar de sentimientos entre dos amantes. Cuatro ojos cerrados… ¿sentían? Ella no podía parar de mirarle, de besarle, de tocarle… Una barrera se interpuso entre ambos y aquel traslado fue para ella eterno. Al llegar a aquel espeluznante lugar el tiempo se detuvo. Ella podía ver las lágrimas detenidas en las mejillas de toda la gente allí presente, las miradas de lástima dirigidas hacia su persona, una fracción de algo que parecía ser un rayo y las primeras gotas de lluvia que aún no habían tocado a nadie. Su vida se fue al comprobar que aquel beso dado apenas unos minutos atrás sería el último.
3 Responses
  1. FranJoPeGar Says:

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  2. Ha sido una suerte encontrarte porque me ha gustado tu blog y como escribes

    Me pasaré a menudo por aqui

    Besos